Ambiente
Este concepto va referido al "Ambiente Preparado", que comprende el aspecto físico, la disposición de los materiales de aprendizaje y ciertos principios que se centran en satisfacer las necesidades del niño.
Por esta razón, una de las funciones de los Guías de Salón, es preparar y mantener este entorno, bajo los siguientes principios:
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Libertad de circulación y de elección para los niños.
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Estructura y orden en la disposición y la secuencia de los materiales.
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Atmósfera que debe ser atractiva, cálida y acogedora.
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Materiales que proporcionan experiencias de aprendizaje activo.
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Agrupación de edades mixtas.
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Cercanía a la naturaleza y el mundo natural en las actividades y materiales que reflejan la realidad de la vida y no una fantasía.
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Cada salón cuenta con materiales de aprendizaje dispuestos en zonas o sectores. Los niños cuentan con la libertad para moverse y elegir las actividades que les interesan. La mayor parte de los propios materiales son de auto-corrección permitiendo que el proceso de aprendizaje se desarrolle de forma independiente y sin presión externa, dando un sentido más íntimo y gratificante al descubrir por sí mismo diferentes conocimientos.
Al igual que en el hogar el niño no requiere pedir permiso para ir al baño o ir a buscar alguna cosa en otro lugar, para esto cada salón tiene sus códigos de señas que permiten mantener un ambiente tranquilo y ordenado donde todos puedan trabajar.
Otro punto muy importante es el contacto con el medio ambiente. Habitualmente se realizan actividades al aire libre, tanto para desarrollar diferentes habilidades físicas como de exploración, en entornos naturales. Estas acciones no sólo estimulan el contacto con la naturaleza, si no también proporcionan a los niños la oportunidad de sociabilizar con los demás.
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Cada taller cuenta con el mobiliario adecuado para cada grupo. Los estantes están diseñados con medidas adecuadas para que los niños accedan fácilmente al material; se organizan por área y se organizan en orden secuencial. Los niños deciden que quieren hacer y después de la actividad se les anima a poner el material de nuevo en el lugar correcto para que otro niño lo pueda ocupar.
Esta estructura y orden externo ayuda al niño a construir su orden interno.Nuestro ambiente Montessori sigue los preceptos de ser atractivo, cálido y acogedor, sin caer en la sobre-estimulación, sino más bien cuenta con una decoración que invita a la reflexión y calma.Se habla de aprendizaje activo cuando el niño a través de la experiencia directa logra incorporar conocimientos significativos por ser resultado del deseo de satisfacer una necesidad: El impulso epistémico o deseo de conocer y aprender.
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A través de experiencias directas dadas por un proceso continuo de descubrimiento e investigación de los materiales y el acompañamiento y orientación oportuna de los adultos (Guías de Salón), los niños poco a poco logran pasar del pensamiento concreto al pensamiento abstracto.El principio de la realidad en el salón es uno de los rasgos distintivos, principalmente en la etapa de Educación Parvularia. La idea de María Montessori era enseñar a los niños todo acerca de cómo vivir en el mundo real. En ese sentido, las actividades de Vida Práctica permiten brindar las primeras experiencias que les permiten aprender a cuidar de sí mismos y el medio ambiente, así como la forma de comportarse socialmente.
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El principio de proximidad a la naturaleza es otra característica distintiva de un ambiente Montessori. En el salón de clases existen mascotas, plantas, floreros y otros elementos de la naturaleza que cada grupo es responsable del cuidado y mantención. En la parte exterior de los salones se cuenta con un pequeño espacio de jardín (medicinal u ornamental) diseñado y construido -durante el año 2013- por nuestros estudiantes y sus figuras parentales. Así mismo, contamos con un pequeño espacio para el cultivo de hortalizas y el cuidado de animales domésticos.
